Las personas siempre dicen que felicidad se mide
por las veces en las que se te corta el aliento.
Tienen la idea de que, por cada momento feliz que has tenido,
tu respiración debe exaltarse sin medida, tus manos deben sudar,
tus ojos deben querer llorar,
pero no comparto ese pensamiento.
Los momentos de máxima felicidad son aquellos cuando tu pecho
parece que está a punto de explotar y tu corazón se contrae.
Cuando no puedes contener las lágrimas porque estás triste, y estás triste
de lo feliz que te sientes.
Cuando sientes ganas de vomitar porque crees que las mariposas ya no
aguantan esa jaula de huesos y sangre.
Cuando tus manos sudan de manera exagerada, aunque sabes muy bien
que no tienes razón alguna para estar nervioso.
Cuando sientes un nudo en la garganta que amenaza con ahorcarte,
porque sabes que sólo necesitas soltar ese "te amo" que tienes ahí guardado.
Pero, siendo sinceros, creo que la máxima felicidad es cuando, después de todas esas emociones acribillándote, y cuando finalmente te encuentras frente a frente
a esa persona, sientes una paz absoluta, una qué, si te pones a pensarlo detenidamente,
no encontraste en ningún otro lugar más que a su lado.
Esa es la definición de "felicidad" para mí.
Sobe una chica:
- Chica Atómica
- Tamaulipas, Mexico
- Madre primeriza y escritora, con muy poco tiempo libre pero que le gustan las manualidades.
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