Sobe una chica:

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Tamaulipas, Mexico
Madre primeriza y escritora, con muy poco tiempo libre pero que le gustan las manualidades.

sábado, 27 de diciembre de 2014

No valen los arrepentimientos

Es tan estúpido por parte del ser humano preguntarse todo el tiempo "y qué si..."
Porque el hubiera no existe, es sólo literal, y autodestruirse pensando en "lo que hubiera pasado" es todavía mucho peor que andar mendigando amor.
Y vaya, por Dios que es patético...

martes, 23 de diciembre de 2014

El problema es...

Que no se trata de querer cambiar a una persona, o que alguien cambie por ti. Todo tiene que ver con que se acepten tal y como son: que si tienen gustos diferentes, que si no tienen nada en común, que si a uno no le gusta algo del otro y al otro le molesta que no le guste...
El amor debe ser incondicional.
Se deben amar por sobre todas las cosas... si eso es realmente lo que se busca porque... ¿cómo puedes juzgar los errores si alguien, si no te das el tiempo para preguntarle por qué los cometió?
Meterse en asuntos ajenos es muy fácil, pero ponerse los zapatos y cargar la culpa, no.
No se trata de borrar las huella, realmente, es sobre vivir con ella.

viernes, 19 de diciembre de 2014

sábado, 13 de diciembre de 2014

3.Rudo... y cursi♥

Habían dos cosas en la vida que él detestaba: a la gente idiota que se creía lo que no era... y aquellos que se acercaban a ella.
Cuando no estaban juntos, si limitaba a mirarla desde el segundo piso junto a sus amigos, siempre atento a cada movimiento suyo, especialmente cuando algún chico andaba cerca; y no es que él fuera alguien celoso, de hecho se sentía increíblemente seguro de sí mismo... o al menos, había sido así hasta que la conoció a ella. Había notado grandes cambios en sí con respecto a la chica, empezando por lo enfermo que se había vuelto con respecto a las personas que se acercaban a ella, o estar al pendiente siempre de lo que hacía sin importarle cuán insignificante fuera. Aunque no le gustaban mucho los cambios, parecía tolerarlos, sobre todo cuando el rumor de que "ella se sentía feliz" llegó a sus oídos. Y él también se sentía feliz, aunque no sabía cómo demostrárselo; se estaba cansando de escuchar a todos decir que él solamente estaba con ella porque se sentía obligado, o para desaburrirse, o porque ella era su nuevo juguetito... pero no sabía ni cómo callar los rumores ni tampoco cómo demostrarle a ella que estaba feliz. Lo único que podía hacer, era quedarse a su lado y oírla contarle cosas idiotas.
Pero últimamente, debido a los exámenes a la vuelta de la esquina, se limitaban solamente a saludarse durante unos instantes, y en los descansos estudiaban en la biblioteca... oh, bueno, él lo hacía, porque ella sólo se sentaba a su lado a leer algún libro. De unos días para acá, la veía leyendo libros de psicología, tanto que pensó que la chica estaba interesada en la materia, pero cuando le preguntó el motivo, le dijo: "intento entender a alguien"
Y volvió a su lectura. Después de ese día, él se había alejado por completo de su lado.
Cuando se encontraban por casualidad en los pasillos, fingía no haberla visto y seguía de largo con sus amigos, evadía la biblioteca aún cuando odiaba estudiar en su salón de clases, con todo ese ruido que no lo dejaba pensar, no la mensajeaba aunque se moría por saber cómo le fue en su día, tampoco la acompañaba a su casa como lo hacía con anterioridad, de hecho le pedía el carro a sus padres para no tener que verla en la salida, y aunque al principio todos notaron el gran cambio que se había presentado en la parejita, se dieron cuenta de que de todos modos era aún  más raro que él hubiera durado mucho tiempo hablando con alguna chica. Porque él era hielo seco, era rudo como solamente él podía y las chicas no duraban mucho tiempo a su lado. Fue por eso que nadie notó que fuera raro su repentino aburrimiento hacia ella, pues no encajaba para nada en su perfil de chicas...
Pero ella, no entendía qué había hecho mal.
Sus amigas le habían dicho que no lo buscara, que era un idiota y que lo mejor era que lo olvidara... y así lo hizo. Durante los siguientes días, continuó con las cosas como si nada hubiera pasado, riendo con sus amigos, haciendo las actividades de siempre y yendo a la biblioteca; pensaba que quizás ahí lo vería y hablarían, pero no era así. La única ocasión en la que se habían encontrado, fue cuando él salía del salón de cómputo, el único lugar donde parecía poder estar a gusto aunque fuera media hora, y ahí se encontraron. Pero sus miradas no se sostuvieron por más de un segundo, porque él caminó lejos de ella...
Los días avanzaron y aunque todo parecía estar volviendo a la normalidad, aquel rubio de ojos verdes se preguntaba por qué estaba tan inquieto. Sentía que estaba cometiendo una estupidez, y también sentía que debía hablarle; ya no podía soportarlo más. Odiaba todo. Sus compañeros odiosos siempre armando alboroto, los profesores incompetentes frenando su desarrollo académico, sus compañeras hablando de chicos, citas y ropa, sus padres molestándolo con respecto a su carácter del demonio últimamente y hasta sus hermanos, a los que nunca veía, lo acosaban sobre su mala actitud. Y todo porque había visto algo que no le había gustado.
Fue un día ventoso, que llegó tarde y le tocó quedarse la primera hora en la biblioteca; iba a leerse un buen libro que había encontrado, esperando no tener que toparse a la chica aunque deseaba verla, y para su mala suerte la vio. Pero no estaba sola. Estaba con ese odioso chico que últimamente la rondaba mucho, aquel que pasaba la mayor parte del día jalándole el cabello o pegándole a su falda como si quisiera ver qué hay debajo. Los vio cargar unas cajas que sabía ocuparían para la obra de teatro del siguiente mes, y cuando el viento hizo una mala jugada, la falda de la chica se elevó, para su propia sorpresa. Ni siquiera se había dado cuenta de que estaba mirándolos hasta que notó cómo el chico, detrás de ella, soltaba una risa que le pareció idiota. Y no lo pudo resistir más.
Caminó hasta ellos, apretando los puños con ganas de asesinarlo, y le quitó la caja a regañadientes a la chica, quien al mirarlo parpadeó, insegura de lo que sus ojos veían. Ni siquiera pudo hablar. Subió las escaleras tomándola de la mano hasta llegar al salón de teatro, y dejó las cosas así; mientras el chico parecía igual de atónico que su compañera. Se alejó entonces, porque la mirada asesina que el ojiverde le lanzó le advirtió peligro.
Y se miraron.
No necesitaron siquiera decirse nada, porque al parecer se entendieron a la perfección; ella entendió que lo que los había alejado ahora no significaba nada, y él entendió que no iba a volver a dejarla sola.
No cuando habrían otros chicos esperando mirar debajo de su falda...

2.Ratón de biblioteca

Era uno de esos calurosos días que odiaba realmente.
Estaba encerrada en el lugar más frío de toda la escuela: la biblioteca, escondida entre unos estantes enormes de libros justamente donde el aire acondicionado pegaba directamente; le gustaba el calor, de verdad, pero cuando había una tranquila brisa de verano que la refrescara, mínimo que la hiciera sentir bien... pero no. Se sentía en el infierno, y no hablaba de lo mucho que la torturaba su mente esas últimas semanas.
Y mientras el aire le daba directo en la cabeza, alborotando sus ya de por sí alocados cabellos rebeldes, mientras buscaba algo bueno que leer en la de por sí aburrida selección de malos libros, no se percató de que estaba siendo observada desde la esquina. Ya era bien sabido que esos dos se traían algo. Se rumoraba por toda la escuela que tenían algo, por supuesto que sí, porque se les veía siempre juntos, a veces caminando por la pequeña explanada, a veces sentados en las gradas platicando, en otras ocasiones comiendo en silencio en cualquiera de las cafeterías, o en su lugar favorito. Él recargado casualmente contra el barandal, casi siempre con una mirada seria o una ligera sonrisa, y ella siempre hablando, normalmente a centímetros de él, llamando su atención levantando la voz, con esa típica sonora risa que la caracterizaba o tocándolo para que la mirara.
Las personas que veían todo desde la distancia se hacían la misma pregunta siempre: ¿qué hacía una chica tan adorable como ella, perdiendo el tiempo con alguien como él? ¿por qué siempre parecía como si sufriera? ¿por qué no le contestaba a sus detalles tiernos, a sus sonrisas radiantes, a las miradas coquetas que siempre  le lanzaba? ¿por qué parecía en ocasiones como si la odiara? Se preguntaban por qué el chico era tan frío con ella, si hacía lo mejor por hacerlo reír, aunque no funcionara; cuando solían verla hablar sin parar como si estuviera sola, sentían lástima por ella y hacían un sin fin de cosas para hacerla sentir bien...
Ajenos totalmente a que ella era tan feliz.
A ella no le importaba realmente lo que otros dijeran, la verdad es que a las personas se les es fácil juzgar lo que no entienden... y es que él no era frío, al menos no con ella. Debía admitir que le costó demasiado entenderlo, y al principio lo único que sabía de él era que su seriedad y frialdad lo caracterizaban; muchos le dijeron que acercarse a él era jugar con fuego, que lo único que iba a obtener de un témpano de hielo como él era dolor. Lo llamaban "Hielo seco", porque nunca expresaba ningún sentimiento a parte de la burla y la humillación a otros, y todo aquello con simples miradas. Pero... él se sentía extrañamente atraído hacia ella.
Como la polilla hacia la llama.
Lo supo cuando salió de su salón, preocupado porque no la había visto esperándolo como siempre en su lugar favorito, "¿dónde estaba, entonces ella?" Él no era paciente, ni tampoco inseguro, siempre demostraba una seguridad propia de alguien que nace en cuna de ora, pero un comentario de sus compañeros de clase lo hizo reflexionar; "A veces una mujer da demasiado, y cuando comienza a notar que no está recibiendo nada... se aleja. No todas tienen madera de sumisas"
Y algo en él despertó; él no quería que ella se alejara, la quería a su lado, siempre. O al menos, tanto como su seco corazón se lo permitiera. Por eso la buscó por la pequeña escuela, preocupado porque estuviera con alguno de esos amigos odiosos que tanto detestaba, o con sus molestas amigas que no soportaba. Pero ella no estaba por ningún lado...
"Está en la biblioteca", le dijo una chica desde los baños, alisando su cabello. No esperó a darle las gracias ni a que ella se volviera; subió lo más tranquilo posible, muriendo por dentro, temiendo encontrarla con alguien, sonriendo, regalándole a alguien más lo que por ley era suyo. Porque él tenía un serio problema, era un narcisista, un envidioso la mayor parte del tiempo y su complejo de rey alejaban a todas las personas. Pero, por alguna razón, aquella molesta chica, más enana que cualquiera de aquellas con las que había salido, plana como una tabla a comparación de las modelos que se tiraba, con una carita traviesa y algo inocente nada que ver con el perfil de diosas que se buscaba... de alguna manera, lo había cautivado.
Entró a la biblioteca y buscó con la mirada su delgada silueta, pero ahí sólo estaba la bibliotecaria y unos cuántos alumnos que lo miraron sólo una fracción de segundos... luego, oyó una risita. Una qué, últimamente, estaba en su cabeza todo el tiempo. Caminó hasta el último rincón de la pequeña biblioteca, que más que nada parecía un agujero de ratón... y ahí estaba ella: con un libro que hablaba de psicología humana en su mano, con esos lentes que no lo dejaban ver bien sus bonitos ojos como la borgoña, mordiéndose el labio con cierto aire intelectual (y él, comenzaba a amar ese gesto en ella), atenta a su lectura sin mirar a ningún lado. 
La observó largo rato, incluso cuando el timbre sonó, siguió mirándola, y ella pareció no notarlo porque de pronto, cerró el libro, tomó otro y volvió a lo mismo. De vez en cuando soltaba una risita, como si lo que estuviera leyendo le causara gracia, aunque, ¿qué persona cuerda pensaría que un libro de psicología es gracioso", pero él entendió entonces qué le gustaba de ella: qué, precisamente, le encontraba el lado divertido a las cosas. Muy diferente a él.
Se acercó a ella despacio para no asustarla, y ahí se quedó. Bien pudo haberse leído también un libro, o incluso escuchar todo su playlist y la despistada no se habría dado cuenta de que estaba detrás suyo, mirando las hebras oscuras de su precioso cabello, oliendo ese peculiar aroma a flores que emanaba, mirando su bonita piel de canela... y supo que, cualquier otra chica que hubiera estado antes de ella sin importar lo hermosas que fueran, no se compraban en nada a la singular belleza que ella era.
"Hola, ratoncillo de biblioteca", finalmente le dijo, cansado del silencio. La pequeña dio un brinco, el libro cayó de sus manos y sus ojos oscuros se perdieron en la belleza que eran aquellos dos orbes tan verdes como la primavera.
Aunque... ella no estaba segura de qué color era la primavera.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Corazón de dragón

Cuenta la leyenda, que Siegfreud usó toda la fuerza de su valentía para acabar con el dragón más poderoso de las tierras del norte, para obtener el anillo de los Nibelungos y de esa manera, poder ganarse el amor de su valquiria.
Cuando mató al dragón, su sangre cayó en todo su cuerpo, y de esa manera su piel adquirió la fortaleza de las escamas del dragón. Él era invencible... excepto por aquella parte donde una hoja de algún árbol impidió que la sangre lo bañara...


Y de esa manera, la misma mujer por la cuál se enfrentó a un dragón, lo terminó matando para quedarse con el anillo de los Nibelungos. Porque, cuando uno sacrifica todo por amor, siempre pierde. No hay excepciones.
Nunca.
Ni siquiera él, un guerrero con corazón de dragón, pudo escapar a la decepción amorosa. Porque desde el momento en que decidió sacrificar su vida por amor, él ya se había condenado; nunca se debe amar de esa manera. Le advirtieron que moriría por amor... y por eso mismo que no escuchó.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Más metáforas

El amor no es real, de hecho, es una simple metáfora.
Surgió un día cuando una simple célula se preguntó si había alguien por ahí con quién compartir el infinito... a raíz de eso, los seres humanos vagamos intentando encontrar nuestra "otra mitad", porque se nos ha vendido el cuenta de que se necesita otra persona para ser feliz, pero la verdad es que no es cierto. Uno puede ser feliz consigo mismo, no es para nada necesario depender de alguien más; esa es sólo una mentira que se ha vendido desde hace años a las personas.
Nadie es indispensable, ni que fuera el aire para vivir.

La Bestia.

Todos tenemos una bestia por dentro.
Hay ocasiones en las que la Bestia se manifiesta por medio de malas actitudes, incluso con malas palabras y hasta mal carácter. La Bestia es poderosa, es salvaje es temible.
Pero todos tenemos el poder para controlarla; solamente hay que creerlo.
Aunque, muchas veces, la Bestia sea algo que realmente apreciamos.




O incluso, nosotros mismos.

viernes, 31 de octubre de 2014

Hollow's Eve

Boys and girls of every age, would you like see something strange?
Come to this place, you will see, this old town of Halloween :)

Long goodbye kiss

How long before we see each other again?"
What made me think that
You were saying it with a nice expression?
I pretend that there's nothing bothering me
I'll listen 'till morning as you make excuses
Because I want us to be connected
I don't even want to see your face along the Meguro river anymore
No development will come from this, my cell phone dances
If It's goodbye mail, I want to forget about it
"Hold me tight" but "I want to disappear to somewhere"
Any time that you're talking too much you don't seem to notice*
I let you see that "I cry" a little while pretending to be strong
How well did those tears work on you?
Even though "I want to be loved" in my own way, it fills me, but I can't see you
I just have the feeling that I'll never see you again...
I want to tell you that, but I can't find the right words
Maybe it's okay if I lie, but I can't even say "Don't go away"
The strange voice he has when he sneezes
The screwed up face he has when he laughs
His habit of rubbing his eyes when he can't stop sweating
No matter how you look at, his personality is boring
Our styles aren't similar at all
He's uselessly shy, a bit in bad taste
The smirk he has when he lies is annoying
I figured those out ages ago, it sucks
I just didn't have a boyfriend at the time
It was just a relationship for me to kill time with
Those are the excuses I told my friends
There's no way I was pursuing him...huh?
He tries to win me over with boring jokes
And I'm sick of his nonstop talking
I've always locked him out, and now I'm knocking
Even though "I want to be loved" in my own way, it fills me, but I can't see you
I just have the feeling that I'll never see you again...
I want to tell you that, but I can't find the right words
Maybe it's okay if I lie, but I can't even say "Don't go away"
When our hands come apart
Will you forget someday?
About me?
Even though "I want to be loved" in my own way, it fills me, but I can't see you
I just have the feeling that I'll never see you again...
I want to tell you that, but I can't find the right words
Maybe it's okay if I lie, but I can't even say "Don't go away"


jueves, 30 de octubre de 2014

martes, 28 de octubre de 2014

Cenicienta

Y un día se cansó.
Se cansó de ser la princesa perfecta, de que nadie la tomara en serio, de ser solamente un adorno. Ella quería ser libre, ser quien siempre quiso ser, ser diferente...


Y se ahogó finalmente en todos esos recuerdos reprimidos.

"J."

¿Qué horas son, mi corazón?

La hora de la cena.
Me gusta la cena, 
Me gustas tú.
Pero más me gustaría cenarte a ti.


"J."

domingo, 19 de octubre de 2014

1.El mejor lugar favorito

Estaba parada nuevamente ahí.
Siempre a la misma hora, siempre puntual, en el mismo lugar y con los mismos nervios. Casi sintiendo como si esa fuera la primera vez que se encontraban, aunque la verdad es que habían transcurrido ya muchos días. Sintió cómo su corazón daba un brinco; ¿quién iba a pensar que ya habían pasado 365 días desde aquella primera vez? Mientras esperaba a que apareciera, se recargó en el barandal, mirando distraidamente hacia la explanada, donde todos parecían ajenos al ambiente que los rodeaba: las personas, todas vestidas igual, caminaban de un lado a otro en el espacio, algunos jugando, otros sentados en las gradas ya fuera charlando animadamente o comiendo. Ese día hacía un calor insoportable, de esos que comúnmente se encuentran en pleno verano, y mientras ella miraba con curiosidad todo alrededor realmente no prestando atención, algo cruzó su mente: técnicamente, no eran 365 días. Frunció el ceño, ahora un poco confundida, intentando hacer memoria sobre lo que pasaba: realmente, y haciendo cálculos, ese era el día 500. Sus ojos oscuros se abrieron de golpe, mientras el pequeño regalito que sostenía con sus delicadas manos amenazaba con caer desde el segundo piso...
Recordó entonces el día uno, como si de pronto fuera importante: era un día como cualquier otro en la preparatoria, estaba a principios del segundo semestre, un jueves 11 de marzo. Ese día la escuela estaba casi vacía, con pocos alumnos caminando por el pequeño espacio que era la explanada y otros en la cafetería conversando. Ella, como siempre, se encontraba en su salón, para ser más exactos en su lugar de siempre, leyendo un libro con atención; los pocos compañeros que estaban en el mismo lugar conversaban y hasta gritaban, todos planeando al día siguiente ir a la playa ya que su plan había fallado. El Spring Break se acercaba y ya todos tenían planes para ello, y aunque la chica había estado de acuerdo en asistir sólo para no ser descortés, no tenía muchísimas ganas de ir. No pudo concentrarse más en su lectura y apartó su mirada del libro, lanzando un suspiro. Decidió dejar de leer, porque su mente iba y venía, motivo principal por el cual realmente no estaba entendiendo la trama; odiaba tener otras cosas en la mente cuando realmente deseaba tomarse un día para leer... y es que no había nada más en el mundo que le gustara que tener un rato de paz leyendo y bebiendo café. Lanzó un largo y ruidoso suspiro, provocando que sus compañeros se giraran a ella...
Se levantó sin hacer ningún ruido, y decidió alejarse de ahí. No tenía ánimos para nada, ni siquiera para participar en el "grandioso plan para escaparnos a la isla", como llamaban sus amigos a su tonta estrategia que juraban iba a funcionar; mientras ella caminaba para alejarse de todo, iba pensando en las probabilidades del plan. Puede que no fuese la más inteligente... ok, ella no era la más inteligente, ni lista, tampoco astuta o siquiera bonita, odiaba los números y las matemáticas eran un dolor total de cabeza, pero si en algo siempre había destacado a parte de la escritura y literatura, era en las estadísticas. Tenía casi un don para adivinar las probabilidades basándose en los números... habilidad que había aprendido cuando le dijeron que por su sangre corría cierto linaje fuera de lo normal. Se detuvo al llegar al lugar de siempre, aquel pequeño espacio en el segundo piso que daba la vista directa a toda la pequeña escuela, el único lugar donde la brisa del poco viento que llegaba podía sentirse en todo su esplendor, porque al ser un lugar tan estrecho no llegaba realmente nada de aire fresco. Dejó que la poca brisa de ese caluroso día refrescara su rostro mientras se inclinaba sobre el barandal, disfrutando. Puede que muchos odiaran el calor, pero ella provenía de un lugar que pasaba los 365 días sumergido en olas... y no sólo de calor. Y mientras disfrutaba de esa pequeña tranquilidad, el timbre sonó, asustandola, provocando que diera un respingo. Observó cómo las pocas personas comenzaban a ir a sus respectivos salones, algunos hasta la saludaban ya fuera desde el patio, las escaleras, o desde sus salones... poco a poco el bullicio desapareció, para darle la tranquilidad que tanto deseaba. Sabía que su profesor iba a reprenderla cuando entrara al salón y no la encontrara en su lugar de siempre, preguntándole dónde estaba y por qué no había entrado al aula si ya había sonado le timbre. Pero no pudo importarle menos...
Se tomó todavía el descaro de quedarse unos instantes ahí, luego, totalmente resignada, caminó a los servicios, donde se demoró el tiempo suficiente haciendo sus necesidades y todavía intentando arreglar el desastre que se atrevía a llamar cabello. Una vez que se dio cuenta de que alguien llamaba su nombre, se asomó desde el primer piso hasta el tercero, donde la prefecta demandaba su presencia en el aula porque hacía más de quince minutos que había sonado le timbre. Le indicó que subiría, y cuando la mujer desapareció de su vista, decidió tomarse el tiempo necesario para irse, y apenas iba subiendo los primeros escalones cuando notó que no tenía su celular. Caminó un poco más rápido intentando recordar si lo había dejado en su banco o si por defecto lo había llevado consigo; sabía que no lo tenía cuando bajó al baño, por lo que el lugar más cercano sería el balcón. Llegó al lugar rápido, porque gracias a Dios la escuela era demasiado pequeña y todo estaba "a la mano", y su único pensamiento era que no hubiera alguien tomado el aparato... cuando se detuvo a medio camino.
Su "lugar favorito" se encontraba en el segundo piso de la escuela, justamente donde el poco aire que podía entrar pegaba con verdadero encanto, pero que también coincidía con el aula de computación... lugar donde siempre se la pasaban encerrados los chicos de cuarto semestre. Especialmente, los de la clase "B"
Admiró con cierto cuidado a la persona que se encontraba ahí parada, mirando algo con cierto interés detenidamente en la misma posición que ella había estado. Se dio cuenta entonces ella que aquella cosa rosada que miraba era su teléfono, así que caminó hasta él con pasos ligeros. Fue en ese momento que él levantó la vista, al darse cuenta de que no estaba solo... y pasó.
Fue como si se hubieran puesto una pieza faltante en algún rompecabezas bizarro, o como si algún viejo e inservible engranaje hubiera sido activado y ahora todos pudieran avanzar. No se había sentido así en mucho tiempo, y menos respecto a otra persona... especialmente, si se trataba de un chico. Pero algo había sucedido en ese momento, que los unió. Fue como si todo lo que estaba mal, o lo malo que alguna vez hubiera hecho, no existiera, como si al ver ese rostro tan peculiar, las cosas malas se volvieran buenas. Casi podía ver las flores y estrellas a su alrededor, maldita sea. Y supo que él sintió lo mismo, porque cuando se dio cuenta de que había alguien más frente a él, parpadeó varias veces; como si le fuera imposible ver lo que estaba ahí. Tomó el objeto rosado y se lo tendió.
-Es tuyo.- afirmo, con el aparato en su palma. Acto seguido y después de casi una eternidad, ella estiró su tímida mano y tomó el aparato... pero no pudo apartarla. No fue por el hecho de que su mirada oscura se encontró con una tan verde como el de una hiedra venenosa, ni tampoco porque instantáneamente reconoció al chico con el eterno ceño fruncido que la miraba, y estaba segura de que tampoco era por el hecho de que él sujetaba su mano en un intento de no dejarla ir.
No, claro que no había sido por eso.
Ella no pudo apartarse por el simple hecho de que, al contacto de su tacto con el de él, se encontró a sí misma. Supo que esa mano del color del melocotón le pertenecía por el simple hecho de que la descarga eléctrica que sintió no la obligó a apartarse, más bien, deseó quedarse pegada por siempre a esa mano, enlazar sus dedos como si sus vidas dependieran de ese agarre. Y él se sintió igual, lo supo.
Les tomó una eternidad alejarse, y claro que no lo hubieran hecho de no haber sido por la voz de un chico llamándola a gritos desde el piso de arriba. Así qué, con un extraño sentimiento de soledad, se separaron; ella caminó dos pasos hacia atrás apretando el teléfono en su mano, para luego dar media vuelta y caminar rápidamente hacia las escalera pero... se detuvo, girándose sobre su hombro sólo para comprobar que él la seguía mirando, pero ya no con el ceño fruncido y esa mirada verde seria, sino con una pequeña media sonrisa que pareció inconsciente. Y mientras ella volvía a su salón, con su mano con la sensación de poder lanzar descargas y el corazón latiendo a mil por hora, supo que había encontrado lo que casualmente no estaba buscando...

Un tacto suave y amable se cernió en su pequeña cintura, obligándola a despertar de su memoria. Y ella no necesitó girarse para saber quién era el que la llamaba. Claro, porque llevaba 500 días conociendo ese tan peculiar gesto posesivo, y 365 sintiendo esos brazos cerrarse a su cintura, apretando su delicada mano, acariciando aún con sus quejas las alocadas puntas de su rebelde cabello, pellizcando sus redondas mejillas, tocando sus labios infinidad de veces, acariciando su cuerpo un millón más. Sintió su aliento en la nuca mientras apartaba su molesto cabello y lo echaba a un lado para poder poner su cabeza en el hueco de su cuello, lugar donde él decía que siempre debía estar porque ese era su lugar.
-Feliz primer año, enana- le susurró con ternura mientras maniobraba para besar su redonda mejilla. Y ella sonrió, sintiendo cómo las descargas volvían a su cuerpo, mientras buscaba sus manos para unir sus dedos, sonriendo como idiota.
Porque ella decía que los espacios entre sus dedos estaban hechos perfectamente para los de él. Y claro, ella siempre tenía la razón. Admiraron durante una eternidad la tan conocida vista, realmente sin mirar nada, sintiendo sus dedos jugar con los de el otro, oyendo sus alocados corazones, sonriendo como tontos. Ese era su lugar, el uno junto al otro, siempre en silencio cuando la ocasión lo quisiera, siempre felices de pertenecerse. Siempre en ese corredor que llamaban "el mejor lugar favorito del mundo", donde pasaban la primera hora del descanso a las diez, y la media hora de las 12:30, donde siempre se encontraban para pelear, o platicar, o besarse sin que los profesores los molestaran, donde le gritaban a sus compañeros cuando no les hacían caso, donde hablaban de lo mucho que odiaban su escuela, el lugar que los había unido casualmente 500 días atrás... aunque lo que los había juntado ya no existía porque se había caído de ese mismo lugar cuando llevaban 103 días de conocerse.
Cosas de la vida, dicen por ahí.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Si te hizo feliz...

A veces, uno se decepciona de la persona que menos espera; puede ser por cualquier cosa tonta. A veces, y usualmente, es por promesas hechas inconscientemente, puede que te hubieran dicho que se casarían contigo a cierta edad, que nunca iban a abandonarte sin importar nada, que siempre estarían ahí a pesar de todo, que jamás dejarían de amarte, que serían tus amigos...
Suele suceder que las promesas se hacen sin intenciones, o son forzadas a hacerse, pero nunca se dijo que debían cumplirse. De hecho, ni siquiera se menciona que deba ser algo obligatorio; las personas al final adoptamos la idea de que si no cumplen la promesas deben pagarlo, de una manera u otra... culpamos a Dios o al destino, o incluso a cierta deidad que aseguramos vive para hacer pagar a aquellos que no cumplen sus promesas, alegando que ella les regresará el mismo o igual daño que provocaron. Karma, le hemos llamado pero... por qué se deben cumplir las promesas? quién dicen que se deben cumplir? por qué somos tan hipócritas?
Es por eso que dicen... que si te hizo feliz, no te debes quejar de nada.
Aunque duela la traición, al final debes quedarte callado porque, algo que sí es bien cierto, todos jodemos a todos, nadie sale virgen. La vida se hace cargo de jodernos a todos.

30 segundos

No puedes ni imaginar la impotencia que me da que te valiera...
No es justo para mí. No merezco éste fin.
Dame diez minutos para recordarte,
quince más para pensar en qué decirte,
una noche para imaginarte aquí,
treinta segundos nada más para olvidarte...
No puedes imaginar ni un sólo instante lo que me pasa
si no cerraras tú cabeza y me oyeras, quizás podríamos estar mejor...

viernes, 26 de septiembre de 2014

Decepción.

Ya estoy acostumbrada a ella.
Realmente siento como si fuese parte de mí; me han decepcionado tanto en mi tan corta vida que ya creo que incluso no podría vivir si no me sucede.
Veo mi vida como un cuento que repetitivo, siempre cometiendo los mismos errores, siempre sufriendo por la misma estupidez, es que nunca aprenderé la lección? Quisiera ser fuerte, en verdad.
Poder herir a los que me hieren, hacer llorar a quienes me dañaron y matar a los que me matan. Realmente quisiera eso.

Metáforas idiotas.

Es triste, no? Cuando intentas hacer algo y no da resultados, cuando solamente te dan malas noticias y te das cuenta de que hace muchísimo no recibes una buena noticia, cuando piensas que darías absolutamente todo por la persona que realmente amas... entonces, te das cuenta de que a esa persona ya no le importas una mierda, y entonces escuchas cómo aquella metáfora de los corazones rotos se vuelve realidad.
Pero eso no es posible... no se puede romper un corazón, de hecho, el corazón no alberga ningún puto sentimiento de amor, sólo sirve para bombear sangre, pero a algún romántico pendejo se le ocurrió que, relacionar los sentimientos con el órgano más importante era una excelente idea. Quizás, ese romántico estaba tan enamorado pero su pareja no le correspondía, y el día que fue rechazado no pudo más, quizás sintió cómo las fuerzas se le apagaban lentamente, habrá dejado de comer, de salir con amigos, de hacer lo que más le gustaba, de ser una persona normal quizás hasta parecía perdido, era hipocondríaco, dependiente, estúpido o yo que sé... entonces, se sentía morir, y se le ocurrió qué, al ser el órgano vital y como sufría por amor, pensó que era ese el problema. Que amaba tanto a esa persona, que su corazón no podía soportar su desprecio... y finalmente, le puso fin a aquel sufrimiento.


Pues no lo sé. Lo único que me queda claro es que el amor es una estupidez que sólo sirve para hacer perder el tiempo a uno.
¡MALDITA METÁFORA IDIOTA!

Los días de lluvia nunca se quedan

Aun si el cielo permanece gris, ten por seguro que no se quedarán.
Porque si un humano aprende a limpiar sus propias lágrimas,
la naturaleza también.
Pero nunca se quedan.
Creo que un corazón es como un día de lluvia:
puede que en un momento todo sea oscuro, frío y sin escape,
pero realmente nunca dura.
Y siempre he sido del tipo "cosas fáciles"
sentándome a mirar como todo sucede
observando las nubes a la espera,
aunque realmente nunca sé por qué.
Sólo sé que algún día encontraré la respuesta en mi corazón.

domingo, 14 de septiembre de 2014

I wanna be yours...

I wanna be your vacuum cleaner
Breathing in your dust
I wanna be your Ford Cortina
I will never rust
If you like your coffee hot
Let me be your coffee pot
You call the shots babe
I just wanna be yours
Secrets I have held in my heart
Are harder to hide than I thought
Maybe I just wanna be yours
I wanna be yours
I wanna be yours
Let me be your 'leccy meter
And I'll never run out
Let me be the portable heater
That you’ll get cold without
I wanna be your setting lotion
Hold your hair in deep devotion
At least as deep as the Pacific Ocean
I wanna be yours
Secrets I have held in my heart
Are harder to hide than I thought
Maybe I just wanna be yours
I wanna be yours
I wanna be yours
Wanna be yours...
I wanna be your vacuum cleaner
Breathing in your dust
I wanna be your Ford Cortina
I will never rust
I just wanna be yours
I just wanna be yours
I just wanna be yours...

100 cosas sobre mí♥

Hay muchas cosas que las personas desconocen de mí, hubo una vez alguien quien dijo que yo era como la luna, y claramente no se estaba refiriendo a lo hermosa, sino porque había un lado oscuro que no me atrevía a mostrar. Y quizás siempre tuvo la razón.


  1. Odio las lagartijas
  2. Mi color favorito es el rosa en todos sus tonos, pero también me gusta el verde, el morado, el amarillo y el plateado.
  3. Mi primera mascota fue un pollito y se llamaba Mari
  4. Mi más grande meta es ser escritora
  5. Quisiera tener tres hijos; Gael, Dante y Ximena.
  6. Mi caricaturas favoritas son Dragon Ball, InuYasha, Candy Candy y Sailor Moon
  7. Odio el silencio más que a nada en el mundo
  8. Detesto que la gente no cumpla sus promesas
  9. Me cuesta trabajo creer en las personas
  10. Pero una vez que lo hago, dejo que me lastimen sin importar el motivo
  11. Mi madre y mis abuelos son mis más grandes héroes
  12. Adoro a los niños pequeños
  13. Mi primer amor fue mi mami, y luego un niño que se sentaba a mi lado en el kinder
  14. Mi primer beso lo di a los doce años
  15. Perdí mi virginidad a los dieciséis 
  16. Me he enamorado tres veces, y las tres me han herido
  17. Mi meta es dejar una marca en la vida de las personas a mi alrededor
  18. Cuando estoy triste, tiendo a ver todo de la peor manera sin importarme nada
  19. Tengo varios tics nerviosos: como morderme el labio, morder mis dedos, rasgar mis uñas y apretar los dientes
  20. De pequeña no podía caminar y usaba un aparato odioso en las caderas, a causa de ellos era reprimida y llorona
  21. Mi hermano mayor fue mi figura paterna durante mi niñez
  22. La primer historia que escribí se llamaba "La sombra al final del pozo", y trataba de un espíritu atrapado en un pozo de agua que devoraba niños. Fue una historia local de cuando era niña.
  23. Mi primer perro se llamaba Jaki
  24. Mi comida favorita son los tallarines con mostaza y el mole casero de mi madre
  25. No conozco a mis abuelos maternos
  26. Soy excesivamente insegura, en todos los sentidos
  27. Creo en la reencarnación
  28. Y que los actos que cometamos en ésta vida serán pagados en la siguiente
  29. Puedo ver a los fantasmas
  30. Tengo un total de veinte historias sin terminar en mi ordenador
  31. Creo que el hombre perfecto es aquel que te ama por encima de todas las cosas y no te abandona ante ningún problema
  32. Mi grupo favorito de música es Daft Punk
  33. Mis bandas preferidas son: Linkin Park, Mana, Kings of Leon, Café Tacuba, Zoé, División Minúscula, Pearl Jam, Nirvana
  34. Amo a los pelirrojos con pecas y ojos verdes (Ed Sheeran, Rupert Grint?)
  35. Me gustan muchísimo las letras de Taylor Swift
  36. Tengo una extraña obsesión con Nicole Szchsinger, de Pussycats Dolls
  37. Mi modelo a seguir es Vanessa Hudgens
  38. Mi hombre ideal es Henry Cavill
  39. Mi superhéroe favorito es Superman
  40. Mi heroína es la Mujer Maravilla
  41. Cuando estoy enamorada, escribo poemas increíblemente cursis
  42. Soy muy buena escribiendo historias de terror
  43. Mi programa favorito de la niñez era "X Files"
  44. Me gusta mucho la caricatura de Ben 10
  45. Soy pésima contando chistes
  46. Las personas siempre me dicen que soy maravillosa, pero nunca se quedan a mi lado
  47. De mi círculo íntimo de amigos, ocho de ellos han fallecido
  48. He jugado la Ouija un total de dos veces
  49. No le temo a lo sobrenatural
  50. En mi sangre corre linaje africano-cubano-italiano-mexicano
  51. Puedo hacer brujería
  52. Sé leer las cartas del tarot
  53. Una vez me comuniqué con un espíritu, aunque sólo fue por unos instantes
  54. Quiero viajar por el mundo entero
  55. Le tengo miedo a la parte profunda del fondo del mar
  56. Creo en las sirenas
  57. Si me llego a casar, por nada del mundo permitiré que mi pareja se aleje de mí
  58. Mi perro es mi confidente
  59. Mis mejores amigos son solamente cuatro personas
  60. Le hice una promesa a mi primer amor de que lo esperaría hasta que volviera por mí, hasta los veintiséis años, si no regresa, podré casarme con alguien más.
  61. No creo en el matrimonio
  62. Adoro los peluches
  63. Las bolsas, los lentes, los zapatos, los libros y la ropa son mi debilidad
  64. Me encantan los videojuegos
  65. The Legend of Zelda y Final Fantasy fueron las primeras sagas que jugué de niña
  66. Cuando era pequeña, actuaba más como un niño
  67. Odio el cabello largo
  68. Mi color natural es negro azabache
  69. Cuando quiero algo de verdad, lucho por ello hasta recuperarlo
  70. Soy buenísima en el sexo
  71. Puedo ser la persona más adorable, pero también soy demasiado rencorosa
  72. Me hubiera gustado tener abuelos amorosos
  73. Algún día visitaré la tierra natal de mi madre
  74. Sé tocar varios instrumentos y también bailar ballet
  75. Mi mayor cualidad es amar a las personas por sobre todas las cosas
  76. Si llego a tener hijos, los amaré tanto y los mimaré que serán unos consentidos sin remedio
  77. No creo que la violencia sea la solución para nada
  78. Sueño con vivir en un la utopía perfecta
  79. Me obsesiona la astronomía
  80. Quisiera que algún día alguien se enamorara de mi manera de escribir
  81. Mi libro favorito es "Cumbres Borrascosas", de Emily Bronte.
  82. No me gustan realmente los libros de Gabriel García Marquez
  83. Mi sueño frustrado es ser astronauta
  84. Mi película favorita es El Increíble Castillo Favorito
  85. Estoy perdidamente enamorada de Patch Cipriano
  86. Me gusta mucho cuando llueve
  87. Adoro el frío
  88. El café y la nicotina son mi debilidad
  89. Puedo pasar todo el día viendo películas
  90. He visto "Orgullo y Prejuicio" más veces de las que puedo recordar
  91. Soy adicta a los diarios; he tenido más de diez
  92. Suele ser muy hater cuando tengo decepciones amorosas
  93. Adoro The Walking Dead, Teen Wolf y Awkward
  94. Amo los doramas
  95. Creo ciegamente en las almas gemelas
  96. He leído La Biblia seis veces
  97. Me deprimo demasiado fácil
  98. Tengo un lado sensible que odio mostrar
  99. Puedo comer casi doce tacos y no me avergüenzo
  100. Quisiera acabar con el sufrimiento del mundo

El último beso.

Este corazón de fuego es el que suele expresarse
a través de espacio y tiempo, 

más hondos son mis sentimientos
Tratar ahora de emprender este viaje hoy
con él hacia un mañana
Es agrio y dulce a la vez.
Y besar tus dedos suelo desear
para recordar por siempre este momento
Si tal vez nos llegan a separar
voy a recordar ese último beso.
Toda gente es al principio pura e inocente.
Aun si hay un momento amargo, 

no te rindas, sigue adelante.
Quizá algo ocurrió que te desgarra, 

puede doler muy profundo
Y sola piensas estar
Y besar tus dedos suelo desear
para recordar cuando llorabas con dolor
Si tal vez nos llegan a separar
voy a recordar ese último beso.
Después de todo lo podemos arreglar
sólo nos debemos por amor unir
¿Cuándo fue?¿Cómo fue? no lo puedo decir
Asimilar que lo amé es mi razón, lo haré.
Y besar tus dedos suelo desear
para recordar por siempre este momento
El día en que lo podremos creer
Siempre añoraré ese último beso
Y besar tus dedos dulcemente
me hace pensar en todos esos recuerdos
Si tal vez esto ya se terminó
No voy a olvidar ese último beso

viernes, 12 de septiembre de 2014

Quién comparte tu silencio...

Decidiste encontrar otro camino que no fuera 
yo quien comparte tu silencio
he intentado sofocar mis sentimientos 
y hundir tu voz y olvidarme de tu cuerpo.
Ohhh, cuántas veces te he llorado
oohh, y yo sigo alucinando que tú y yo volveremos 
a encontrar lo que tú y yo algún día olvidamos.
He perdido toda fuerza y sentido en mi corazón esperando tu regreso
sueño y rezo encontrar ese silencio, sofocar tu voz y olvidarme de tus besos
Ohhh, cuántas veces te he llorado
oohh, y yo sigo alucinando que tú y yo volveremos 
a encontrar lo que tú y yo algún día olvidamos.
Quédate conmigo hasta el final
llévame contigo hasta el final
quédate... llévame...
Ohh, cuántas veces te he llorado y yo sigo alucinando
ohhh, cuántas veces te he llorado y yo sigo alucinando
que tú y yo volveremos a encontrar lo que tú y yo algún día olvidamos...

Thunderstorm...

Él era una tormenta eléctrica,
como un hacedor de lluvia,
como el primer trueno que anuncia la peor de las tormentas,
como el ojo del huracán mismo,
y todos me advirtieron,
casi leyeron mi futuro y pidieron me alejara
antes de que el último de sus rayos incendiara
el único árbol que me quedaba
me pidieron no jugara con él, que no me sentara a su regazo
pero lo que nadie sabía,
lo que realmente no comprendían
es que yo amaba realmente la lluvia.

La lluvia de otoño.

Sin ti ya no soy yo.
En éste error, somos los dos,
y sé que es muy tarde para comprender.
Dicen que es mejor volver a comenzar
pero yo no me siento realmente fuerte,
me falta demasiado pero también me sobra,
me falla la memoria, pero mi cuerpo recuerda
desde tu mirada amable hasta el tacto salvaje de tus manos sobre mi piel,
quisiera no sentir, no recordar realmente cómo era estar contigo,
quisiera no tener que caminar por ésta ciudad todos los días
recordando cada momento a tu lado.
Pero el olor a tierra mojada y la sensación de la lluvia en mí
solamente me llenan de recuerdos.
Cierro los ojos mientras el agua se desliza por mi cuerpo,
y claramente puedo sentirte.
Tengo memoria táctil. Eres tú y solamente tú.
Es ese sonido angelical que era tu risa, es tu manera de fumar,
tus gestos al enredarnos en las sábanas, es tu boca ágil,
es el vaivén de tu cuerpo siempre al ritmo de nuestros corazones.
Eres tú, simplemente.
Y me matas.
No me siento yo desde que no estás,
estoy incompleta y por más que intento volver a ser yo
realmente no encuentro las piezas que perdí contigo
y el problema es que sé exactamente dónde las dejé...
pero, no las quiero de vuelta.
Porque ya me di cuenta que sin ti ya no soy yo,
y no quiero realmente vivir si no es contigo.
Tan patética que soy. Tan humana y vulnerable,
Tan rompible...

jueves, 4 de septiembre de 2014

NO!

Dicen que no hay dos, sin tres... así como tampoco se puede vivir enamorado o morirse de amor.

Pero no...

Pero lo cierto es que cuando de decepciones amorosas se trata, pues realmente esas heridas nunca sanan.
No importa lo bien que lo estés haciendo, o lo mucho que te esfuerces, las heridas amorosas siempre dejan una marca que se abre a la menor oportunidad, y es justamente en esas oportunidades que toda la actitud y los ánimos se hacen pedazos, porque piensas que realmente no hay nada más doloroso que eso... pero sí lo hay. Siempre va a haber un dolor más fuerte que sufrir una decepción amorosa, pero nos cegamos y creemos que si no es con esa persona en verdad nunca podremos ser felices de nuevo; pero no.

domingo, 31 de agosto de 2014

Verde veneno

Nunca te ha pasado como que hay cierto color que familiarizas con la felicidad?
Recuerdo que mi color favorito siempre fue el color verde esmeralda; cuando era niña, había un inmenso cerro que crecía a minutos de mi colonia. Era tan extenso, tan verde, tan lleno de vida; era precioso. Recuerdo que solía ir allí encantada de aquel magnífico lugar, podía oír todos los sonidos a mi alrededor, a la naturaleza en su verdadero estado, los animales siendo ellos, la tierra casi siempre húmeda bajo mis pies, el sonido de aquel río correr con la corriente y desembocando en un pozo donde todos los niños de mi colonia jugaban. Recuerdo que juntaba todos los diferentes tipos de hojas que encontraba en mi camino, desde el río hasta el pozo, tenía un cuaderno donde las guardaba todas y luego iba con mi abuelo, preguntaba sus nombres y lo anotaba junto a la hoja. Amaba demasiado el color verde; sentía que era vida, que me llenaba de energía.
... perdí el hilo de la escritura, realmente no recuerdo sobre qué hablaba, pero si me permito tener en mente, era sobre mi fascinación por el color en cuestión, no es difícil de comprender por qué de pronto sólo fijaba mi atención en personas con ese color, y tampoco es difícil asimilar que estaba enamorada de ti por tu simple color de ojos; y es que realmente eran llamativos. Siempre mirándome por debajo de esas pestañas oscuras, siempre coqueto y atento, incluso cuando estabas molesto, no me asustaba para nada el veneno que desprendías de ellos, por el contrario, rogaba por ser víctima de el. Y qué decir cuando estabas feliz y esas arrugas aparecían en las comisuras de tus labios y los ojos, y después de un orgasmo, cuando apretabas con fuerza mis manos, echabas la cabeza hacia atrás y después me mirabas, sediento aunque satisfecho, con esa media sonrisa que se apagaba después que entrabas y salías, y el sudor siempre corriendo por tu sien.
Amaba tanto observarte, no era ni siquiera porque tuvieras un color de piel bonito, o porque tus mejillas siempre estuvieran rojas, tampoco era porque después de amarnos dormitabas lentamente mientras acariciaba tus rizos oscuros, o porque me pedías que contara las pecas en tu cuerpo y si fallaba tenía que besarte, y mucho menos porque mirabas nuestras manos unidas como si te fuera difícil entender que ahí encajaban bien. Amaba mirarte porque muy a pesar de lo que todo mundo dijera e incluso lo que yo supiera de ti, sabía que eras bueno, solamente roto y que podías amar. Te quería salvar, quería realmente salvarte de todos los demonios de tu pasado, quería que sintieras lo mismo que sentía cuando miraba tus ojos tan verdes como ese cerro que crecía a minutos de mi colonia, quería protegerte como aquel lugar me protegió, quería ser tu nido, tu hogar, tu lugar favorito en el mundo, quería siempre cerrar los ojos y al abrirlos encontrarte mirándome sonriendo como siempre lo hacías, dormir en tus brazos para despertar y oírte tomar tus ropas a toda prisa, quedarme despierta todas mis noches esperando tu despistado "buenas noches", escuchar el chirrido de las llantas estacionarse afuera de mi casa, que olvidaras siempre mis flores favoritas y me regalaras las que tu madre decía, estar incómodos siempre en la sala de mi casa porque no podíamos quitarnos las manos de encima, sonreirle al monitor porque estaba uno del otro lado, sentarnos en esa mesa de aquel café a criticar a todo aquel que pasaba, preguntarnos si esas parejas se amaban tanto como nosotros, si eran intensos en la cama, si peleaban tanto como nosotros, si él solía golpearla y luego rogarle por perdón jurándole que jamás volvería a tocarla para romper luego su promesa, si la obligaba a sonreír o l ignoraba si tenía algún problema porque no sabía cómo lidiar con ello, si los celos lo cegaban y la humillaba en público, si sentía inseguridades y acudía a ella para sentirse mejor porque sabía que no había mejor antídoto para su propio veneno que su sonrisa, que si leía en secreto sus escritos porque decía que su lado poético era lo que lo había enamorado, que si le cantaba cuando estaba triste porque sabía que ella moría por su voz, que si nunca le mentía porque le aterraba perderla, que al no verla se imaginaba siempre lo peor, que soñaba con pasar toda su vida a su lado porque ella lo hacía querer ser mejor persona...
Para él, ella era todo, y para ella él era como ese misterioso cerro que la había acompañado en su niñez; sabían ambos que su relación era tan tóxica como lamer el litio de las baterías, sabían que era dañino pero había una sola cosa que nadie entendía pero ellos sí: él era un volcán en erupción siempre furioso con todo a su alrededor, destruyendo todo a su paso sin querer ni poder detenerse... pero ella era el volcán con la fuerza suficiente para frenarlo. No era amor lo que tenían, quizás nunca lo fue, pero eso, lo que sea que fuera, había sido suficiente para ser felices.
Y mientras tú buscas las respuestas a esa confusión tan latente que se aferra a tu corazón aún después de tanto tiempo, yo sigo soñando con poder llegar a la cima de aquel cerro, ignorando si sigue siendo igual de verde y tranquilizador, pero solamente de una cosa estoy segura: si estuviera al borde del abismo nuevamente y sintiera que me estoy perdiendo de nuevo, bastaría sólo con cerrar los ojos e imaginar tus ojos venenosos. Dicen por ahí que un vivora no puede matarse con su propia ponzoña...

viernes, 29 de agosto de 2014

True love~Coldplay♥

For a second, I was in control
I had it once, I lost it though
And all along the fire below would rise
And I wish you could have let me know
What's really going on below
I've lost you now, you let me go
But one last time
Tell me you love me
If you don't then lie
Lie to me
Remember once upon a time
When I was yours and you were blind
The fire would sparkle in your eyes
And mine
So tell me you love me
And if you don't then lie
Lie to me
Just tell me you love me
If you don't then lie
Lie to me
If you don't then lie
Lie to me
And call it true
Call it true love
Call it true
Call it true love

jueves, 28 de agosto de 2014

miércoles, 27 de agosto de 2014

lunes, 25 de agosto de 2014

Shall we...?

Those looks, those smiles, those moments of flirting, we seriously got some counts to deal with, aren't we?

Goal.

That's my new goal. I will not be the shadow of no one
or trying to be like someone else
... unless we're talking about Vanessa Hudgens.
She's amazing :)

No exageres

A veces uno exagera respecto a la soledad.
Puede pensar que está completamente solo por el simple hecho de que ha perdido aquello que una vez amó, pero la verdad es simple: cuando alguien te ama realmente, no te abandona. Sin importar lo que haya pasado, sin tener en cuenta tus defectos se queda a tu lado.

Así que... aflójate el corsé.
No es para tanto.

Al filo y el filo

Y pues no.
No porque sea un arma asesina te vas a dejar matar.
Igual si fumas uno al día...

Poema sin rima...

Se está enamorando
lo sé,
pero eso de todos modos ya lo sabía
no hay ser en este mundo que ame de verdad
al final, si el amor fuese real no acabaría jamás
no es una metáfora, no es una ilusión
cuando se ama de verdad no tiene porque terminar
los sentimientos trascienden
pero el usuario no
sólo queda la realidad aceptar
y al frente mirar
porque cuando una piedra se interpone en el camino
o la saltas, o la quitas 
pero evadirla nunca es la opción
Se está enamorando
lo sé, mintió
puede que alguna vez quisiera
en antaño aquello ocurrió
quizás todavía algo sienta
pero enamorado nunca estuvo
porque el amor, cuando es verdadero
no hay nada que lo destruya.

domingo, 24 de agosto de 2014

Jazmín.

Cuando me siento desfallecer, cuando me siento en soledad
puedo escuchar la voz del corazón que clama tu nombre otra vez
para mi no hay nada mejor, para mi no existe nada más
que admirar esa sonrisa que añoré, que por siempre atesoraré
Pues tú eres mi amor, me lo dice el corazón
tras el atardecer de pronto me perdí
¿qué rumbo tomará el camino? No lo sé
Pero si estás aquí, no habrá temor en mi
El idioma de las flores te lo expresará
Recogí para ti un pálido jazmín
y en él deposité todo mi amor por ti
cada vez que te sientas solo él te dirá
que en el mundo más que yo nadie te amará...
Si estoy muriendo de dolor y todo colapsa alrededor
serás tú quien me reconfortará
Lo sé, eres mi ángel guardián
Tú eres especial, me lo dice el corazón
El viento esparcirá al mañana mi sentir
Las memorias de ayer podrán desvanecer
Pero si estás aquí, no habrá más soledad
El presente junto a ti es lo que importará...
Como la lluvia después de caer
Como el viento que va por doquier
Volveré mi rostro hacia el cielo azul
Tras el atardecer de pronto me perdí
¿qué rumbo tomará el camino? No lo sé
Pero si estás aquí, no habrá temor en mi
El idioma de las flores te lo expresará
Recogí para ti un precioso jazmín
y en él deposité todo mi amor por ti
una y mil veces más, radiante te dirá
que en el mundo más que yo nadie te amará

¿CÓMO COMENZAR TU JOURNAL?

¡Hola a todos y bienvenidos a mi blog! En el artículo anterior les enseñé ¿Cómo hacer un junk journal? y no morir en el intento paso a ...