El protagonista perfecto

Crear una historia no es tan difícil como parece.

Sólo se tiene que echar a andar tu imaginación
y dejar que los sentimientos e ideas fluyan como un río,
que todo siga su curso hasta obtener el resultado deseado.

Difícil es crear el personaje que encaje con la historia.

Un escritor debe tener en cuenta un millón de características,
puntos a favor-en-contra, y mil cualidades que lo hagan especial,

que tenga la chispa para capturar al público.

Debe ser real, tener una actitud única y a la vez casual,
sin llegar a lo extraordinario, saber sus cualidades y conocer
sus debilidades, entender que la vida es magnífica en todo su
esplendor, debe amar y odiar a la vez, caerse muchas veces
pero levantarse el doble, diferenciar lo bueno de lo malo
y lo correcto de lo incorrecto.
Debe ser más humano que cualquier otro.

Se puede tomar años crear al personaje que
encaje en el rol que se desea, incluso si la historia es corta,
los personajes deben tener ese carisma

que capture a todo el que lea sus historias.

El personaje perfecto tiene que ser aquel que salga del corazón

pero al plasmarse su vida en la tinta, debe atraer y dejar huella.