Feliz día del escritor.

No hay nada en este mundo que me guste más que escribir.
Ni el café por las mañanas, ni el sabor de una coca-cola helada en un día de calor, ni la sensación de la arena o el mar bajo mis pies, ni el humo de un buen cigarro por mis pulmones. Ni el dulce sabor a sus besos en mis labios, vaya.
La sensación de plasmar en papel lo que cruce por mi mente es... orgásmica.
Como un buen orgasmo, el acariciar el papel con la tinta, manchando mi brazo con color y con los dedos entumidos me eleva el libido y el placer hasta el espacio; podría pasar una vida entera y la siguiente escribiendo.
No importa que no tenga a alguien que me lea, o si a nadie le gusta mi lectura en su defecto yo podría pasar mi existencia escribiendo una y otra vez. Lo que sea que cruce mi mente.
Incluso, hasta más.

El placer que encuentro en la escritura, me atrevo a decir, no lo he encontrado nunca en nada más.