Olvidar nunca es fácil.
Siempre hay algo dentro de los recuerdos que nos impide olvidarles, siempre tendremos ese miedo a dejar ir lo que nos hacía feliz porque creemos en la posibilidad de un regreso.
Entonces... yo creo que no tiene nada de malo el querer ser feliz de nuevo.
Si esa nueva persona te ofrece la posibilidad de un nuevo comienzo, de dejar de lado todo e intentar ser feliz, lo mínimo que se puede hacer es desearle lo mejor a quien se amó, llorarle hasta el último recuerdo y finalmente enterrar todo en donde se procure nunca se vuelva a sacar.
Y ser feliz.
La posibilidad de un nuevo comienzo, de una nueva esperanza, es ahí donde precisamente se empieza a amar. ♥
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