Vanidad

Llegué a casa oliendo a sal y llena de arena.
Había sido una tarde maravillosa muy a pesar del frío y de que me di cuenta de que realmente no era muy atractiva para los hombres. Cuando eres mujer y tienes problemas de autoestima, de vez en cuando es agradable saber que hay hombres a los que les resultas no solo simpática sino también atractiva, pero lo único que hoy conseguí fue darme cuenta de que no solamente soy poco agradable para los chicos, sino que también soy poco atractiva.
Nadie se fijó en mí.
Y mientras mis amigas e incluso mi hermanita menor llamaba la atención de todos, me senté en la arena con mi bebida en la mano: había algo malo conmigo? no soy bonita? es por que soy muy delgada? por que no tengo figura? por que no soy de piel blanca? por que a primera vista nadie se fija en mí?
Sé que cuando estoy en una fiesta, nunca soy la primera a la que notan; de hecho, en mis casi seis años que llevo saliendo de fiesta, nunca ha habido una ocasión en la que llegue y llame la atención de alguien. Siempre tiene que haber un tema de por medio, o algún comentario para que incluso me noten.
Ayer en la noche estábamos con un grupo de doctores platicando.
Mis amigas y mi hermana eran el centro de atención porque bailaban con la música, o en el caso de mi hermana, porque era la más hermosa entre las cuatro ahí presentes. Nadie me preguntó ni mi nombre ni nada de mí, y yo solo estaba ahí bebiendo sin que nadie me notara; fue hasta que tomé el control de la música que se dieron cuenta de que tenía muy bien gusto, y comenzaron a notarme,
De pronto todos me preguntaban cómo era posible que una chica como yo, siendo tan joven, conociera tantas canciones de tiempos en los que ni siquiera había nacido.
Se sintió agradable sentir que existía.
De pronto fui el foco que iluminaba el lugar; todos querían saber por qué tenía tan buen gusto musical y comenzaron a preguntarme cosas personales. Hasta quisieron saber mi nombre.
Pero nada hubiera pasado si no hubiera tomado la música, y fue ahí donde me di cuenta de que físicamente no soy nada atractiva. Ni siquiera porque estaba usando mi mejor vestido, mis tacones nuevos, ni porque me había maquillado sencillamente, había planchado mi cabello y sonreía por todo. Yo fui invisible.
Y no quiero ser celosa, pero salir con tres mujeres hermosas ya no me está gustando porque nunca nadie se fija en mí; amo salir con ellas. Son grandiosas y muy divertidas, pero odio ser la fea del grupo.

Por qué Dios no me hizo más agraciada?

Una piel más clara, para empezar. Una nariz pequeña o delgada, un cabello hermoso y no rebelde como el mío, un cuerpo proporcionado y no la tabla de planchar que tengo, una sonrisa normal no de payaso como la mía. Dios, nunca olvidaré a ese tipo que me dijo que no sonrías así ni te pintes de rojo, solo pareces un feo payaso de película de terror. Santa la madre de ese hombre que hirió mi vanidad :'(
Pero sé que algún día seré, por lo menos, algo llamativa para alguien y se quedará a mi lado.
Tiene que haber alguien por ahí que sienta atracción por mi físico.