Nunca había visto que tu mirada tan cálida pudiera helarse.
Fue por eso que no pude decirte nada.Odio que me ignores, pero ya me acostumbré, pero creo que odio más tener que compartirte...
Supongo que solo me queda esperar a que regreses.
O que me llames, mínimo. Yo te espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario